lunes, 17 de noviembre de 2008

Dormir con mamá...


Mama primeriza, joven...expuesta a comentarios y consejos de "los que saben".
Me pasó durante los primeros meses de Azul que me invadía una hermosa sensación de seguridad, sentía que yo SABIA lo que ella necesitaba...y asi era porque estábamos fusionadas. Mi intuición me daba todo lo que necesitaba.
Pero esa seguridad flagelaba ante tanto consejo. Uno de ellos fue el de dormir a upa. Me invadieron los comentarios de el porqué no debía hacerlo ya que ella se acostumbraría a eso y cuando yo no esté lo iba a sufrir ( Como si un exceso de amor fuese algo dañino)...
Escuché lo que no debía ...tome esos consejos pensando que eso era lo mejor, para evitar que Azul no sienta mi ausencia...Que paradoja! no ESTAR por miedo a que sienta la AUSENCIA...
Entonces así lo hice, procuraba dormirla aparte de mi, en una cuna o en un cochecito, sin vida, sin calor...Como me arrepiento!!! ahh eso si, no faltaba el que me felicitaba por lo bien que hacia en evitarle el capricho de dormir a upa (¿¿??)
Otro consejo cruel...dejarla llorar...asi poder dormir, HASTA QUE SE ACOSTUMBRE (como si escuchando a mi bebe llorar hiciera que yo duerma mejor)"Ella debe acostumbrarse a ustedes, no ustedes a ella" (Por que??!!)
Dejarla llorar fue algo que nunca hice...
Dormir? pase tantas noches en vela por tantas pavadas mira si por mi bebita me va a molestar...
Aun hoy Azul a veces se sigue despertando de noche...y asi me despierto yo tambien...ansiosa por mimarla un ratito y que sepa que estoy ahi...no importa la hora...no importa el tiempo porque no hay tiempo entre nosotras.
Es que no se porque circulan ese tipo de "NORMAS" ante la crianza de un hijo donde lo único que hacen es generar una separación innecesaria y cruel. Y yo sin experiencia y con poca seguridad por considerarme "inexperta" mirándome con ojos ajenos me deje llevar, aunque eso significara ir en contra de lo que yo sentía...
Hoy puedo verlo de otra manera, siento que el cuerpo con cuerpo es fundamental y necesario. El amor no malcría, todo lo contrario...
A veces le restaba importancia a esos consejos...me armaba de seguridad y me conectaba con mi ser y se daban momentos mágicos, donde azul y yo compartíamos y eramos una.
Que pena que presté tanta atención a lo que me decían en vez de confiar mas en mi...en lo genuino y lo sincero...en mi como mama.
Hoy hago lo que siento y le brindo todo mi amor sin limites ni restricciones absurdas. Valoro haberme dado cuenta, confiar en mi para poder generar el cambio hacia el futuro...
Azul ya se acostumbro, a dormir sin mi...
Ahora soy yo la que la necesita...
Hoy ni lo dudo, siempre que quiera tiene las puertas de nuestra cama abiertas, para mimarnos toda la noche y abrazarnos entre sueños con la satisfacción de que al despertar lo primero que vemos son nuestros ojos, nuestra mirada y con el placer de haber compartido una noche mas...siempre juntos los tres.
A continuación un texto de Laura Gutman, con sus palabras me ayudo a conectarme con algo que me pasaba y que no me lo permitía...que bien me siento siendo yo misma...

Los niños como enemigos

Somos grandes, por lo tanto podemos hacer lo que queramos. ¿Dejar que el niño se calme solo y se duerma? Es posible ¿Permitir que llore cerrando la puerta para no escucharlo? Es posible. ¿Abandonarlo solo en su cuarto y no enterarnos de lo que le sucede? Es posible. Podemos hacer algo más: creer y auto-convencernos de que el hecho que un niño se duerma solo es un "logro". Obviamente que todo esto lo podemos hacer, incluso sintiendo que "hemos ganado una batalla" contra el capricho del niño que tiene que aprender a no molestar.
Pero la realidad es un poco más compleja. Porque lo único que aprende un niño que está solo, es que el mundo es hostil, peligroso, árido y que viene cargado de dolor. No hay ningún logro cuando el niño efectivamente se duerme. Al contrario, el pequeño conoce en esa instancia el dolor de la resignación, al constatar que aunque llore, grite, o se desespere, nadie va a acudir en su ayuda y que le conviene detener su llanto para sobrevivir. Aprenderá que no vale la pena pedir ayuda, sabrá que no cuenta con nadie, aunque sólo tenga pocos días de vida.
Es preciso comprender que la necesidad básica de todo niño humano de estar en contacto corporal y emocional permanente con otro ser humano, la necesidad de calor, cobijo, ritmo, movimiento, cercanía y mirada; no desaparece al no obtenerla. El niño simplemente sabe por experiencia que el llanto no le procurará una solución, y que hasta el momento el llanto sólo le devolvió soledad, oscuridad y quietud. Entonces, con cuidadosa inteligencia, el niño desplaza su necesidad, hacia una manifestación "escuchable" para el adulto. Generalmente se enferma.
Los adultos somos tan necios, que no reconocemos en la enfermedad, la necesidad desplazada del niño. Creemos que se enfermó, y que esto no tiene nada que ver con "el logro del buen dormir" o más precisamente, con la soledad y el sufrimiento que soporta.
Ahora bien, si cada uno de nosotros tuviésemos la valentía de recordar y sentir el dolor sufrido a causa de los métodos de crianza y educación que hemos vivenciado, y si pudiésemos posar las manos sobre el corazón y recordar las vejaciones, humillaciones y desamparos que hemos sufrido siendo niños, comprenderemos que todo esto se trata de una guerra emocional. Aceptemos que ahora somos grandes y estamos en condiciones de vengarnos. Ahora vomitamos la impaciencia, la incomprensión, la desdicha y el odio del que fuimos víctimas. Ahora pretendemos salvarnos y dormir en paz. Como si dormir una noche entera fuese tan importante para un adulto, frente a la inmensidad de la noche desde el punto de vista de un recién nacido.
Laura Gutman

2 comentarios:

Monica dijo...

Divino el texto de Laura. Divino tu texto aunque muy triste. Yo tambien pase por lo que decis y tambien lamento como vos no haber hecho otra cosa. por suerte nos hemos dado cuenta a tiempo, mimemos a nuestros hijitos con besos y abrazos y nada mas hermoso que sepa que su mama esta cuando ellos la necesitan. Si nos ponemos a pensar te diste cuenta que las veces que nos llaman es por algo y no porque son caprichosos o malcriados, nos llaman porque necesitan aunque sea un simple abrazo, un beso, un mimo; como no estar si somos casi lo unico importante en sus vidas.
La semana pasada fue la semana " del upa " como le digo yo. Semana en la que se entiende, se aprende y se explica que el contacto madre-hijo en el upa, es fuente de desarrollo y crecimiento emocional. Como se nos paso la semana te propongo que la extendemos un poco mas para no perdernos de unos abrazos...te parece ?????
Te mando un beso grande y aunque no pase siempre, cada vez que lo hago es un placer leerte y reconocerme en tus escritos.
moni

Somos cuatro dijo...

gracias moni por tus palabras...me encanto tu propuesta de la semana de upa...a extenderla!! jeje gracias un beso grande