Que puedo decir?? soy tan feliz...la pasamos muy bien.

Pensar que con la cesárea a los 15 días no me podía ni mover y ahora...tan ágil, con tanta energía...Y las princesas son hermosas...
Nico es hermoso...Están tan unidos! es un placer ser testigo de este vinculo entre ellos...



Me colgué estos días sintiéndome medio mal, con culpa...me enrosque pensando que Azul estaba sufriendo, cuando en realidad la que estaba sufriendo era yo. Me cuesta mucho no sentir ese "pobrecita". Son todos MIS fantasmas, ella esta tan bien! y es impresionante como, cuando yo me hago cargo de mi mambo...todo funciona...y descubro que mi hija mayor puede desplegar toda su dulzura mientras que la menor se empapa de amor...me sirvió mucho leer esto:
LOS "CAPRICHOS" CUANDO NACE UN HERMANO:
"Los adultos partimos del preconcepto de que un niño necesariamente va a estar celoso del hermano que nace. Entonces cualquier actitud, molestia, tristeza o conducta va a desembocar en la interpretación esperable sobre los celos. Sin embargo, se aprende a estar celoso (a restar) o se aprende a amar (a sumar) según los modelos de comunicacion. Y los padres tenemos algo para reflecionar al respecto.
Antes de especular sobre los niños, es necesario revisar y reconocer los propios sentimientos ambivalentes que generan el nacimiento de otro hijo y percibir nuestras fantasias sobre la dificultad de amar de manera equitativa a varios hijos (...) "el corazón de las mamas se multiplica con cada hijo que nace" (...)
Esta construccion imaginaria que con tanta frecuencia tramamos las mujeres no se sustenta en la realidad, sino en los temores primarios y en el desconocimiento que aparecen con cada nueva vivencia. A veces la sensacion de placer esta unida con el miedo, la alegría a la preocupación, etc. Estos sentimientos contradictorios son legítimos. EL problema radica en que tendemos a reconocer en nosotros mismos solo los aspectos positivos de ellos, endosando a nuestros hijos mayores los negativos. De esta manera, el que esta celoso siempre es el otro, el que se porta mal o esta impaciente o aburrido es el niño. En cambio, se supone que una esta eternamente feliz, radiante y satisfecha. Queda claro que proyectamos nuestra polaridad, ubicando el polo negativo en el hermano mayor que molesta.
Comprendiendo que se trata de un funcionamiento familiar, seria mas saludable que todos nos hiciéramos cargo de la parte de alegría y de la parte de frustracion que le toca a cada uno con el nacimiento de un nuevo miembro en la familia. (...) Solo así podremos permitir que nuestros hijos mayores estallen de alegría aun cuando esperamos de ellos lo contrario.
Ahora bien, ¿que pasa cuando un niño esta "insoportable" a partir del nacimiento de un hermano? ¿Necesita limites? ¿esta sufriendo? La tendencia de los adultos es la de satisfacerlo a cualquier precio " para que no sufra". Lamentablemente, nos encontramos con resultados contrarios a los esperados: nunca esta contento, llora, quiere mas de lo mismo. Entonces nos apuramos a poner el rotulo "esta celoso". EN realidad aun no lo hemos ayudado a ocupar el lugar que le corresponde: el de hermano mayor con capacidades especificas de cuidar, atender y amar al bebe.
Es imprescindible que enseñemos a nuestros hijos a ofrecer, a cuidar de los demás según las capacidades de cada uno. No hay manera de vivir con mayor plenitud la felicidad. Desde el lugar de lo que si puede ofrecer, se convierte en un niño feliz. Si la felicidad compartida une los sentimientos de la familia y todos estamos preocupados prioritariamente por el bienestar del mas pequeño, entonces nos sentiremos dichosos. Los grandes y los chicos.
El nacimiento de un bebe permite a los adultos ejercer la tarea de fortalecer la hermandad, ubicando a los hermanos mayores en el lugar destacado que ocupan en la mirada de los mas pequeños. Ese lugar preferencial por lo general es de admiracion. (..) En lugar de buscar siempre lo que el niño quiere recibir, saturándolo de regalos y atendiendo cualquier pedido desmedido, pongamoslo en el lugar de ofrecer. "
Laura Gutman
"La maternidad y el encuentro con la propia sombra"